Caracas — La líder opositora venezolana María Corina Machado ha vuelto a la vida pública tras meses en clandestinidad, marcando un hito en el contexto político de Venezuela justo antes de la asunción presidencial programada para mañana. En una multitudinaria concentración en la capital, que tuvo lugar el jueves, Machado instó a sus seguidores a unirse contra el régimen del presidente Nicolás Maduro, quien fue declarado ganador en las elecciones del año pasado, a pesar de las acusaciones de fraude y de que la oposición asegura contener evidencia de su victoria.

Machado, una figura central en la oposición, apoyó la candidatura de Edmundo González, reconocido internacionalmente como presidente electo. Sin embargo, su triunfo fue desestimado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en un escenario previo a la toma de posesión en el que prevén enfrentamientos entre oficialismo y oposición. “Esto es un día histórico... Esto es un día en el cual todos los venezolanos queremos ser parte”, dijo la exlegisladora, quien ha sido inhabilitada para ejercer cargos públicos por el gobierno.

Con la presión creciente sobre la administración de Maduro, al igual que en anteriores ocasiones, el entorno se ve marcado por la represión. Las autoridades han intensificado sus acciones contra Machado y sus seguidores, deteniendo a varios miembros de su partido y provocando un ambiente de incertidumbre sobre el futuro político del país.

Durante su discurso, Machado se dirigió a miles de sus partidarios, manifestando que “Venezuela se unió hoy y no tenemos miedo... ¡Óiganlo bien: esto se acabó!” Sus palabras resonaron en un país que enfrenta una de las peores crisis económicas y sociales de su historia reciente.

A medida que se aproxima la toma de posesión de Maduro, el clima de protesta y expectativa sigue creciendo. Machado, quien había estado en la clandestinidad debido a las amenazas del régimen y enfrentaba acusaciones de insurrección, ha demostrado una resiliencia notable al regresar justo en el momento en que la oposición necesita una voz fuerte y unificada.

Analistas destacan que su regreso podría ser visto como un rayo de esperanza para muchos venezolanos, agotados de la crisis y la corrupción que ha caracterizado al gobierno actual. Al mismo tiempo, el desafío para Machado y la oposición no es solo convencer a los críticos del gobierno, sino también a aquellos que se encuentran desilusionados con la política y la ineficacia de los líderes opositores en el pasado.

Parece que el próximo capítulo de la política venezolana podría estar marcado por la confrontación entre un creciente movimiento opositor y un gobierno que se aferra al poder a toda costa.